En la comunidad universitaria la creciente demanda de programas de intercambio académico hacia los más diversos destinos a creado la necesidad, dentro del imaginario de los universitarios, de buscar nuevas opciones tanto académicas como culturales para complementar su formación profesional.
La facilidad que la mayoría de instituciones de educación superior ofrecen al momento en cuanto a programas de intercambio, estimulan a cada vez más estudiantes a decidirse por viajar al extranjero a cursar por lo menos un nivel de estudios. El trámite puede resultar un poco largo pero ciertamente los requisitos para acceder al programa están al alcance de cualquier estudiante promedio.
Pero no es solo la competitividad laboral lo que buscan los universitarios al ingresar a un programa de intercambios sino además la neta curiosidad por conocer una cultura, costumbres e individuos diferentes en muchos aspectos a nosotros; dándonos así una visión mucho más amplia no solo en ámbito profesional sino académico y por supuesto personal
La búsqueda de independencia es otro factor muy importante, el cual provoca que cada vez más estudiantes opten por realizar sus estudios en el extranjero. Para muchos, un viaje de estudios representa la oportunidad perfecta para salir del hogar con el consentimiento y apoyo de sus padres, y de esta manera experimentar de una manera más realista el mundo adulto que para un universitario puede incluso llegar a ser muy divertido y lleno de vivencias nuevas.
Finalmente podemos decir que si bien un intercambio le da un valor agregado a un currículum, la experiencia personal ciertamente supera lo anterior. Pues, el individuo tendrá la oportunidad no solo de conocer otro país sino de estar en contacto con la cultura, conocer la realidad del país y sobre todo aplicar los conocimientos adquiridos a un contexto totalmente diferente al propio.
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